ROL 5: LA CRÍTICA
Enfermedad mental y la estigmatización de los medios de comunicación
La OMS define la salud mental como “un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad”. El trastorno o enfermedad mental es una alteración emocional, cognitiva y/o del comportamiento, que afecta a los procesos psicológicos básicos (emoción, motivación, cognición, conciencia, conducta, percepción, aprendizaje y lenguaje), dificultando la adaptación al entorno. Las causas de las enfermedades mentales son múltiples y desconocidas, por lo general. Una de cada dos personas, en España, presenta algún tipo de trastorno o enfermedad mental a lo largo de su vida. Los trastornos mentales aumentarán considerablemente en los próximos años.
Es necesario sensibilizar, concienciar, informar y orientar a la población general sobre el problema del estigma y prejuicio social que sufren las personas con Enfermedad Mental y, por supuesto sobre la propia enfermedad y los que la padecen. La mayoría de los prejuicios y estigmas sociales, sobre este tema, se crean, construyen y configuran a través de la información negativa y generalizada a la que tiene acceso la población.
Las personas con enfermedad mental sufren, además de los problemas asociados a su trastorno, las consecuencias del desconocimiento social que existe, que genera un prejuicio social y dificulta su integración social. Las actitudes de rechazo y las consecuencias de una imagen social negativa aumentan las barreras sociales y ponen a estas personas en riesgo de aislamiento social y marginación. Según Goffman, el estigma es “un atributo negativo que es profundamente devaluador, el cuál degrada y rebaja a la persona portadora del mismo”. El estigma se pone en marcha a través de unos aspectos del comportamiento social; estereotipos (conocimientos), prejuicios (emociones) y discriminación (comportamientos). En el caso de las personas con enfermedad Mental los estereotipos incluyen información sobre su peligrosidad y violencia, responsabilidad, carácter, incapacidad, falta de control y reacciones. Los prejuicios que surgen de estas creencias erróneas suelen manifestarse con reacciones de miedo, temor, desconfianza, rechazo…desencadenando la discriminación hacia esas personas en los ámbitos de interacción social.
Los medios de Comunicación son transmisores de cultura en las actual “cultura de masas”, emiten concepciones de la sociedad que pueden ser percibidas e interpretadas de forma distorsionada y que son aceptadas socialmente. Su influencia afecta a los sectores básicos de la vida cotidiana. Son un elemento relevante en la formación de actitudes sociales, por su peso como agente socializador, con gran importancia en la perpetuación de estereotipos, prejuicios y conductas de discriminación hacia las Personas con Enfermedad Mental, como consecuencia de la representación que hacen de la misma enfermedad.
La visión que transmiten los medios de comunicación sobre la Enfermedad Mental está relacionada con estereotipos de peligrosidad, impredecibilidad, falta de control o vulnerabilidad, con escasa información y con el uso de términos negativos, destacando sólo los aspectos negativos, creando un retrato negativo de las personas que las padecen. A diferencia de lo que se muestra en cine, televisión o literatura, la mayoría de las personas con enfermedad mental pueden llevar una vida normalizada.
Esta visión la consiguen a través de: titulares alarmistas y morbosos “Un enfermo del psiquiátrico mata a su enfermera”, la etiquetación cuando se usa la enfermedad para denominar a la persona que la padece “Estaba esquizofrénico”, las imágenes negativas que no reflejan la realidad (personas con rostros desencajados y miradas perdidas), la vinculación entre violencia/agresividad y salud mental “Agredió a sus compañeros porque estaba loco”, el uso de términos referidos a la salud mental en otros contextos “Ese está con la psicosis, no para de pensar en lo mismo”, etc.
En mi papel profesional como futura Educadora Social, me gustaría destacar la importancia del trato que se hace hacia la enfermedad y las personas con enfermedad mental y, por lo tanto, como profesionales deberíamos aumentar el conocimiento social, basándonos en la realidad, desmontando falsas creencias, mitos o prejuicios, no propagándolos ni haciendo que se mantengan. Mostrar una visión positiva de la enfermedad, contemplando todas las facetas y mostrando la enfermedad de forma integral, dejando de mostrar y sentir compasión, evitando la lástima y el drama. Cuidar el lenguaje y no etiquetar, los prejuicios y estereotipos se manifiestan en el lenguaje. Recordar que la mayoría de las enfermedades son invisibles, no se perciben físicamente, al contrario de lo que ocurre con cualquier tipo de enfermedad mental. Y sobretodo, y muy importante, dejar hablar y escuchar a los protagonistas.
Como ya he dicho, los medios de comunicación son un importante agente socializador, y uno de los más importantes en la actual era de la información, por ello, deberían cuidar las formas en las que se refieren a determinados colectivos, evitando la generalización y la creación de falsos conceptos. Está en nuestras manos, no sólo como futuros profesionales del campo social, sino como personas, hacer cambiar ciertos conceptos e ideas negativas, los estereotipos y prejuicios, para conseguir que los comportamientos negativos hacia las personas con problemas de salud mental se tornen en comprensión y conocimiento.
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